Diario Información,Aspe-Tarafa, 19 Noviembre 2012.
La empresa ha reiniciado los trabajos de limpieza y recuperación ambiental y lúdica del cauce que abandonó en agosto

PÉREZ GIL
Las obras de restauración medioambiental y recuperación lúdica de los nueve kilómetros de cauce del río Tarafa a su paso por Aspe se han retomado hace unos días tras permanecer cuatro meses paradas. El proyecto, que partía con un plazo de ejecución de dos años y cuenta con financiación de la UE, se licitó en abril de 2010 por un presupuesto inicial de 7.383.464 euros, adjudicándose finalmente a la empresa Cyes el 31 de agosto de 2010 por un importe de 4.431.351 euros. Una vez iniciadas las obras fue necesario realizar una modificación del proyecto para proteger los restos arqueológicos encontrados en mayo del mismo año junto al cauce del Tarafa y el puente de El Baño, en lo que podrían ser las estructuras del desaparecido castillo medieval de los siglos XIV y XV que da precisamente nombre al colindante barrio del Castillo de Aspe.



Los planes iniciales de trabajo tuvieron entonces que cambiarse para construir unas defensas en el cauce destinadas a preservar las ruinas aparecidas. Pero, durante el pasado mes de agosto, la empresa abandonó la obra sin previo aviso y dejó muchas de las actuaciones ya iniciadas a lo largo del río a mitad de acabar. Las quejas vecinales y de los colectivos ecologistas no se hicieron esperar y llegaron a las pocas semanas a la concejalía de Medio Ambiente. Su responsable, Antonio Puerto, mantuvo diversos contactos con responsables de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) y de la empresa contratada para poner fin a un parón que, al parecer, tuvo su origen en una reorganización interna de los recursos de la firma adjudicataria.
Pero ahora la maquinaria y los trabajadores han vuelto al tajo, tal y como este diario pudo comprobar ayer, aunque las obras para recuperar todos los ecosistemas ligados al río van a arrastrar un retraso de 120 días. Una dilación que la concejalía del área está dispuesta a asumir si ya no se producen más contratiempos, y el proyecto se ejecuta en su totalidad y según lo previsto. Se trata, en definitiva, de acabar con el histórico deterioro que sufre el cauce y la ribera del Tarafa, y poner en valor una estructura territorial que conecte transversalmente los espacios naturales más importantes de la zona, permitiendo al mismo tiempo potenciar el uso lúdico y recreativo del río.